No sólo revolucionó el arte de la escultura, que había quedado relegado a tediosa disciplina y reducido a mero monumento conmemorativo, sino que también demostró su modernidad apostando por exponer sus esculturas al aire libre. Precisamente, más de un siglo después, algunas de las obras más afamadas de Auguste Rodin (París, 1840 – Meudon, 1917) se erigen sobre la vía pública de Zaragoza en una iniciativa conjunta de la Obra Social ”la Caixa” y el Ayuntamiento de esta ciudad. Concretamente, en la calle Alfonso I.
Auguste Rodin en Zaragoza reúne siete esculturas monumentales del Musée Rodin de París: El Pensador (que el maestro concibió en un inicio para formar parte del grupo escultórico de La Puerta del Infierno pero que acabó cobrando vida autónoma), y seis estudios de los seis prohombres que conforman el Monumento a los burgueses de Calais. La exposición forma parte del programa Arte en la Calle, una iniciativa pionera de la Obra Social ”la Caixa” cuyo objetivo es el de sacar el arte de las salas de exposiciones, devolverlo al espacio público y provocar un diálogo con la arquitectura. Nunca mejor dicho en el caso de Rodin, quien concibió sus esculturas para ser expuestas al aire libre.
Las siete esculturas monumentales que conforman la exposición Auguste Rodin en Zaragoza, comisariada por Hélène Marraud, del Musée Rodin de París, están instaladas en la calle Alfonso I (entre la Plaza del Pilar y la calle Espoz y Mina) de Zaragoza del 17 de febrero al 25 de marzo de 2010.
La muestra forma parte del programa Arte en la Calle de la Obra Social ”la Caixa”, y se ha podido ver en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Valencia, Málaga, Palma, Granada y Valladolid.
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